viernes, 13 de enero de 2012

INDEFENSIÓN APRENDIDA

'Es imposible', 'no podré conseguirlo', 'más vale malo conocido que bueno por conocer', ...
 
Nuestras conductas actuales están influidas por los resultados obtenidos en experiencias pasadas. Tras ser sometidos en repetidas ocasiones a desgracias impredecibles y/o fuera de nuestro control, aprendemos a no defendernos de ellas en futuras ocasiones, aunque existiese posibilidad de predecirlas y evitarlas. Esto es la indefensión aprendida. Veamos algunos ejemplos muy comunes:
  • Un estudiante que suspende en varias ocasiones matemáticas pese a haber estudiado, concluye que son difíciles y que no está capacitado para esa materia.
  • Personas que fracasaron escolarmente en su infancia o adolescencia, creen años después, incluso durante el resto de su vida, que no sirven para estudiar.
  • Personas que tuvieron experiencias laborales desagradables, son reacias a cambiar de empleo, incluso cuando este sólo le aporta desgracias. Aplican lo que la “sabiduría popular” denomina “más vale malo conocido que bueno por conocer”.
  • Tras ser dañadas psicológicamente por personas queridas, es probable que se pierda la ilusión de entablar nuevas relaciones con otras.
Por tanto, la indefensión aprendida es uno de los principales enemigos de cualquier estudiante y está muy relacionada con la falta de confianza, el miedo al fracaso o una baja autoestima. En cualquier caso, se trata de un comportamiento aprendido que podemos evitar si tenemos en cuenta las circunstancias que lo ha provocado.

Un ejemplo lo tenemos en el siguiente vídeo muestra como una profesora es capaz de inducir indefensión aprendida a un grupo de alumnos en sólo cinco minutos:


Jorge Bucay, también nos habla de una situación de indefensión aprendida en su cuento "El elefante encadenado". Según Bucay, todos llevamos inconscientemente las cadenas de diversos límites psicológicos que nos marcaron desde pequeños y que deterioraron nuestra autoestima y confianza en nuestras posibilidades. Espero que disfrutéis con esta historia y os anime a romper cualquier cadena que os haga sentir infelices: 

Cuando yo era pequeño me encantaban los circos,y lo que más me gustaba de ellos eran los animales.Me llamaba especialmente la atención el elefante que,como más tarde supe era también el animal preferido de otros niños.Durante la función,la enorme bestia hacía gala de un tamaño,un peso y una fuerza descomunales...Pero después de la actuación y hasta poco antes de volver al escenario,el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas.

Sin embargo,la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo.Y aunque la madera era gruesa y poderosa,me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza,podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.

El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujeta entonces?.
¿Por qué no huye?.
Cuando era niño,yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores.Pregunté entonces por el misterio del elefante...Alguno de ellos me explicó que el elefante no huía porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia:"Si está amaestrado,¿por qué lo encadenan?".
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo,me olvidé del misterio del elefante y la estaca...
Hace algunos años,descubrí que,por suerte para mí,alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy,muy pequeño".

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca.Estoy seguro de que,en aquel momento el elefantito empujó,tiró y sudó tratando de soltarse.Y,a pesar de sus esfuerzos,no lo consiguió,porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar,y al otro día y al otro...Hasta que,un día,un día terrible para su historia,el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa,porque,pobre,cree que no puede.

Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás,jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.

Todos somos un poco como el elefante del circo:vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

Vivimos pensando que "no podemos" hacer montones de cosas,simplemente porque una vez,hace tiempo lo intentamos y no lo conseguimos.
Hicimos entonces lo mismo que el elefante,y grabamos en nuestra memoria este mensaje:No puedo,no puedo y nunca podré.

Hemos crecido llevando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca.

Cuando,a veces,sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas,miramos de reojo la estaca y pensamos:"No puedo y nunca podré".

Ésto es lo que te pasa,vives condicionado por el recuerdo de una persona que ya no existe en ti,que no pudo.

Tu única manera de saber si puedes es intentarlo de nuevo poniendo en ello todo tu corazón...¡¡¡Todo tu corazón!!!.



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